Bemalu, más de medio siglo de historia
La historia de Bemalu, líder en distribución de productos de higiene personal y droguería en España, se origina gracias a Bernardo Mateos Lucerga. Además de impulsar el negocio, ideó su identidad basándose en las dos primeras letras de su nombre y apellidos. No obstante, tampoco podemos olvidarnos de María Egea Hernández, mujer de Bernardo y principal apoyo durante toda la historia del negocio.
De hecho, la actividad arrancó en una tienda de ultramarinos en Mazarrón y en el patio de la casa de los padres de Bernardo. Allí, aprendieron, por cuenta propia, a fabricar lejía para, después, ofrecérsela a los comercios de la zona. El trabajo y la determinación de la pareja les llevó a probar con otros productos como piensos, pipas, conservas… hasta que comenzaron a comprar detergente al por mayor. Fue una de las decisiones fundamentales para convertirse en lo que son hoy: el número uno en ventas de productos de higiene personal, droguería, perfumería y cosmética en España.
Comienza la expansión
El éxito con la comercialización de productos de droguería les impulsa a la expansión de Bemalu y adquieren un almacén en el centro del pueblo. Desde el principio, María y Bernardo trabajaron codo con codo en la nueva localización. Mientras ella preparaba las cargas en el almacén, Bernardo, al mando de un carromato recién adquirido, las repartía entre una incipiente red comercial.
La consolidación como vendedores de lejía y detergente les permitió ampliar su línea de productos e incorporaron los perfumes. Además de crecer en las tipologías de artículos, la pequeña flota de transportes empezó a parecerse a lo que es hoy en día. Bernardo y Maruja adquirieron un camión y contrataron a un viajante para que recorriese los pueblos de la región de Murcia. Los clientes crecían.
La fórmula no tenía ningún secreto: tan solo ofrecían los mejores precios allá donde iban. Como consecuencia, se ampliaron las rutas comerciales y se contrataron más viajantes para permitir que Bemalu llegase a más puntos del Levante y sur español. Paso a paso se cimentaba la empresa que conocemos hoy en día. A principios de los años 80 se adquiere una nave y unos terrenos a las afueras de Mazarrón, hogar de Bemalu desde entonces.
Comienza la expansión
El éxito con la comercialización de productos de droguería les impulsa a la expansión de Bemalu y adquieren un almacén en el centro del pueblo. Desde el principio, María y Bernardo trabajaron codo con codo en la nueva localización. Mientras ella preparaba las cargas en el almacén, Bernardo, al mando de un carromato recién adquirido, las repartía entre una incipiente red comercial.
La consolidación como vendedores de lejía y detergente les permitió ampliar su línea de productos e incorporaron los perfumes. Además de crecer en las tipologías de artículos, la pequeña flota de transportes empezó a parecerse a lo que es hoy en día. Bernardo y Maruja adquirieron un camión y contrataron a un viajante para que recorriese los pueblos de la región de Murcia. Los clientes crecían.
La fórmula no tenía ningún secreto: tan solo ofrecían los mejores precios allá donde iban. Como consecuencia, se ampliaron las rutas comerciales y se contrataron más viajantes para permitir que Bemalu llegase a más puntos del Levante y sur español. Paso a paso se cimentaba la empresa que conocemos hoy en día. A principios de los años 80 se adquiere una nave y unos terrenos a las afueras de Mazarrón, hogar de Bemalu desde entonces.
Una esencia familiar
Bemalu siempre fue, ha sido y será una empresa familiar. Sebastián y Luis, hijos de Bernardo y Maruja, ya echaban una mano en el negocio de sus padres cuando eran pequeños para aprender y conocer todos los entresijos del negocio.
El conocimiento de los padres y la dedicación de los hijos llevó a Bemalu a alcanzar las cifras que la definen, hoy en día, como una empresa líder en su sector: más de 200 trabajadores, más de 15.000 referencias, más de 30 agentes comerciales y unas instalaciones que alcanzarán los 26.000 m2 con la nueva ampliación, estando en continuo crecimiento año tras año.
Finalmente, la tercera generación ya ha entrado a formar parte de Bemalu tras haber aprendido el negocio por parte de sus padres y abuelos, sin atajos: han conocido la empresa de abajo a arriba. Desde el almacén, preparando pedidos, visitando clientes, pasando por todos los departamentos para conocer la empresa en su totalidad.
Las bases para continuar en la misma línea ya están aseguradas: una potente combinación de herencia, tradición, trabajo, constancia y esfuerzo diario para seguir ofreciendo un servicio de calidad y seguir siendo la empresa líder en productos de higiene personal, droguería, perfumería y cosmética en España.
Una esencia familiar
Bemalu siempre fue, ha sido y será una empresa familiar. Sebastián y Luis, hijos de Bernardo y Maruja, ya echaban una mano en el negocio de sus padres cuando eran pequeños para aprender y conocer todos los entresijos del negocio.
El conocimiento de los padres y la dedicación de los hijos llevó a Bemalu a alcanzar las cifras que la definen, hoy en día, como una empresa líder en su sector: más de 200 trabajadores, más de 15.000 referencias, más de 30 agentes comerciales y unas instalaciones que alcanzarán los 26.000 m2 con la nueva ampliación, estando en continuo crecimiento año tras año.
Finalmente, la tercera generación ya ha entrado a formar parte de Bemalu tras haber aprendido el negocio por parte de sus padres y abuelos, sin atajos: han conocido la empresa de abajo a arriba. Desde el almacén, preparando pedidos, visitando clientes, pasando por todos los departamentos para conocer la empresa en su totalidad.
Las bases para continuar en la misma línea ya están aseguradas: una potente combinación de herencia, tradición, trabajo, constancia y esfuerzo diario para seguir ofreciendo un servicio de calidad y seguir siendo la empresa líder en productos de higiene personal, droguería, perfumería y cosmética en España.